A la hora de hacer una evaluación del desempeño en un entorno híbrido es fundamental que no nos dejemos llevar por determinados sesgos y construir un sistema desprovisto de ciertos riesgos que nos impedirían medir el desempeño de los trabajadores durante el teletrabajo.
En este sentido, existen tres sesgos que influyen a la hora de evaluar de forma objetiva a los empleados. El efecto halo, que nos afecta cuando estamos lejos de nuestros compañeros, o el sesgo del compromiso, que influye en la valoración de un empleado cuando su situación ha cambiado, afectan directamente a nuestra evaluación.
El “sesgo de proximidad”, por otro lado, perjudicará a aquellos empleados en teletrabajo ya que favorece a los trabajadores que vemos cara a cara,
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