A pesar de contar en estos momentos con la generación de mujeres más preparada de la historia, las tasas de líderes femeninas siguen siendo muy bajas. Por ejemplo, según datos de la ONU, a nivel mundial, sólo el 25% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por mujeres. Unas estadísticas que dejan constancia de la necesidad de transformar el sistema educativo con herramientas que aceleren la paridad y eviten la pérdida del talento que muchas mujeres pueden aportar en estos entornos. Para impulsar a las mujeres líderes del futuro, los expertos destacan cuatro claves
- Promover un cambio cultural. Tanto desde el punto de vista personal como en el conjunto de la sociedad, implicando en este cambio a los líderes educativos, para que prediquen con el ejemplo y fomenten la llamada ‘inclusión consciente’.
- Escuchar y fomentar la participación en proyectos. Para que todos asuman ese cambio cultural de igualdad y paridad, es esencial la escucha activa, atender a todas las ideas que surjan entre los estudiantes, vengan de quien vengan, y alentarlas. Incentivar el liderazgo de la mujer visibilizándolo y normalizándolo.
- Mujeres referentes, siempre presentes. Remarcando la existencia de aquellas que han tenido un papel esencial en la historia y las que trabajan por el cambio en el presente.
- Conectar áreas de conocimiento. Deben irse perfilando modelos educativos en los que la separación entre letras y ciencias no esté tan marcada.
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