El concepto de trabajo está en evolución constante, y cada vez son más los usuarios que buscan inspirarse en centros de coworking y tener la flexibilidad de trabajar cómo y dónde quieran. Al mismo tiempo, estos trabajadores, aquellos que combinan jornadas en la oficina con días en estos centros o en sus domicilios, se han transformado en la principal realidad laboral de nuestro país y ya comienzan a presentar unos rasgos comunes.
En este sentido, diferentes empresas buscan nuevas formas de ofrecer mayor libertad a sus empleados. En el caso de los trabajadores, estos pueden conciliar su vida profesional y personal de forma más satisfactoria, mientras que las empresas pueden ahorrar unos 11.000 dólares al año, o 9.878 euros, por cada persona incluida en este modelo híbrido. Si esta cifra se multiplica en toda una organización, puede suponer una importante cantidad de dinero que puede redirigirse a otros procesos empresariales, como una mejor formación de los empleados o un mayor gasto en I+D. Por último, otro gran beneficio es que se maximiza la productividad de ambas partes, al tiempo que se crea una forma de trabajo mucho más sostenible.
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