Es un hecho contrastado que la tecnología ha servido de motor de desarrollo y progreso. Existen pocas actividades económicas, sociales o de ocio actualmente en las que la tecnología no juegue un papel destacado. Pero más allá de eso, la tecnología se ha convertido también en un catalizador de emociones. Es gracias a ella que es posible conectar con las cosas y personas que más nos importan. Así lo confirma con rotundidad la ‘I Radiografía de los españoles smart’, que ha determinado que un 95% de los españoles afirma que la tecnología ha impulsado alguno de los momentos importantes de sus vidas.
El estudio confirma que, por encima de todo, la tecnología ha sido un activo clave para el desarrollo de las aficiones de las personas, como señala el 84,3% de los encuestados. Es también un importante motor para la generación de amistades, según confirma el 62,7% de la muestra.
Los comentarios están cerrados.