El liderazgo inclusivo se ha situado en el centro del debate. Así, los CEO lo han reconocido como el gran fundamento para impulsar la competitividad de las empresas y la cohesión social en la era pospandemia, marcada por la incertidumbre.
Según Enrique Sánchez, presidente de la Fundación Adecco: “el liderazgo inclusivo implica la cristalización de los valores corporativos en el líder, que ha de inspirar, comprometerse, involucrarse con visión a largo plazo y ser capaz de aflorar la mejor versión de cada persona. Está constatado que el modelo de liderazgo inclusivo incrementa la satisfacción de los empleados y la productividad de las compañías, revirtiendo por tanto en mayores cotas de bienestar social”.
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