Uff, ya hacía falta un puente o unos días de fiesta para poder desconectar de un frenético final de año. Si pensabais que con los confinamientos y el coronavirus el mundo iba a ir más despacio os equivocabais. El ritmo se ha acelerado, el estrés ha aumentado y el cansancio físico y mental se acentúa ahora que llegamos a las postrimerías del ejercicio anual.
¡Recta final!
Los comentarios están cerrados.