Muchos se habla en estos tiempos de crisis de la importancia de la comunicación, la cual habitualmente conocemos como las informaciones que las empresas emiten tanto hacia sus clientes o posibles consumidores como hacia a sus empleados. Pero ahora algunos empiezan a aludir a la necesidad de escuchar, especialmente a los empleados pues no solo pueden proponer ideas originales y eficaces, sino que cada uno tiene unas necesidades, unos miedos y unas circunstancias diferentes.
¡Comunicar también es escuchar!
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