Porque han dado un ejemplo a los mayores en el confinamiento. Todos pensábamos que iban a ser los que peor lo llevaran pero han sabido adaptarse a las circunstancias, diversas en cada hogar, y no han pisado la calle en prácticamente mes y medio. Sin duda, algo para recordar este ejercicio de responsabilidad automática de los más pequeños.
¡Bravo!
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