A muchos se les llena la boca de patriotismo y de exigencias económicas para «el pueblo», pero luego, a la hora de la verdad, sus domicilios fiscales están en paraisos donde pagan menos que en su patria.
Eso se conoce como cinismo.
A muchos se les llena la boca de patriotismo y de exigencias económicas para «el pueblo», pero luego, a la hora de la verdad, sus domicilios fiscales están en paraisos donde pagan menos que en su patria.
Eso se conoce como cinismo.
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