El abuso del llamado dinero negro, antes mayoritariamente en el sector de la construcción, está salpicando a todos los estamentos de una sociedad que, cada día más, empieza a estar harta de tanto golfo y tanto desequilibrio legal.
Cuando, además, a la vez se defrauda a la Seguridad Social y a la Hacienda Púcblica, el daño es aún mayor.
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