En Navidad dejaremos aparcado el estrés diario, las prisas, las reuniones, el sonido del teléfono y el ordenador.
Y es que, aunque sea tan sólo por unos días, todo lo anterior dejará paso a las reuniones familiares, con amigos, el disfrute de un buen libro o el paseo entre luces y buenos própositos para el 2013.
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