Una vez más, se demuestra que los números son manejables según los intereses de cada cual. Que el sábado fue poca gente a la manifestación de Madrid es algo patente, pero depende a quien escuches se demuestra que, ciertamente, el fracaso fue total.
Una vez más, se demuestra que los números son manejables según los intereses de cada cual. Que el sábado fue poca gente a la manifestación de Madrid es algo patente, pero depende a quien escuches se demuestra que, ciertamente, el fracaso fue total.
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