Lo mismo que no somos partidarios de las congelaciones, tampoco lo somos de morir asados en plena calle. Cada estación tiene que tener su temperatura, pero los excesos son siempre malos.
Lo mismo que no somos partidarios de las congelaciones, tampoco lo somos de morir asados en plena calle. Cada estación tiene que tener su temperatura, pero los excesos son siempre malos.
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