Según parece, todos los miles de millones de euros que se le han dado a Grecia, todos las rebajas de le deuda concedidas, son un regalo que no ha sabido apreciar el dirigente griego que, no contento con ello, se atreve a echar un pulso al resto de Europa, amenazando con sus decisiones las economías de los paises que le han estado ayudando.
Seguramente en el país heleno no conocen el refrán español que dice: «de bien nacidos es ser agradecidos».
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