Cada día es más frecuente encontrarse con gente maleducada y con jefes que, como no tienen argumentos, tan sólo saben elevar excesivamente el tono de voz.
Y es que la buena educación se mama desde pequeños.
Cada día es más frecuente encontrarse con gente maleducada y con jefes que, como no tienen argumentos, tan sólo saben elevar excesivamente el tono de voz.
Y es que la buena educación se mama desde pequeños.
Los comentarios están cerrados.