Según parece, la llamada Ley Sinde no satisface a nadie. Ni a los mismos que la han hecho, ni a los que la vamos a padecer, ni a los que han colaborado en su planteamiento.
Para empezar, ya se anuncian dimisiones.
¿Vendrán más?
Según parece, la llamada Ley Sinde no satisface a nadie. Ni a los mismos que la han hecho, ni a los que la vamos a padecer, ni a los que han colaborado en su planteamiento.
Para empezar, ya se anuncian dimisiones.
¿Vendrán más?
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