La empresa láctea Clesa, del grupo Nueva Rumasa, considera que los trabajadores de la planta de Sevilla «están provocando el conflicto y forzando movilizaciones porque no quieren ser devueltos a Capsa (Central Lechera Asturiana), que es su legítimo empleador».
Esto tiene mala pinta y, nos la jugamos, difícil final.
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