Por un merecido periodo de tiempo, se acabaron los madrugones, el despertador, las prisas, la necesidad de ir a trabajar y el agobio del día a día.
¡Fuera el reloj y la agenda!
Por un merecido periodo de tiempo, se acabaron los madrugones, el despertador, las prisas, la necesidad de ir a trabajar y el agobio del día a día.
¡Fuera el reloj y la agenda!
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