No deseamos a nadie, de empresa pública o privada, adinistración, funcionario o autónomo, que se vean recortados sus ingresos, por culpa de una mala gestión de sus dirigentes.
Y, por desgracia, está pasando mucho.
No deseamos a nadie, de empresa pública o privada, adinistración, funcionario o autónomo, que se vean recortados sus ingresos, por culpa de una mala gestión de sus dirigentes.
Y, por desgracia, está pasando mucho.
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