Desde luego, es la peor de las consejeras y una enfermedad que padecen muchas personas, en lo particular y lo profesional. Querer lo que otros tienen, aspirar a ser como otros son, si no se nace con las habilidades y aptitudes necesarias para ello, tan sólo termina llevando a la frustración o a intentar imitar lo que otros hacen sin conseguir más que ser meros aspirantes a algo.
Los comentarios están cerrados.