Están las cosas como para que un claro refugio de los paupérrimos ahorros de los españoles, también esté, nunca mejor dicho, por los suelos.
Y es que el refranero español es muy sabio: «a perro flaco, todo son pulgas»
Están las cosas como para que un claro refugio de los paupérrimos ahorros de los españoles, también esté, nunca mejor dicho, por los suelos.
Y es que el refranero español es muy sabio: «a perro flaco, todo son pulgas»
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