Faltan dos meses para que llegue la Semana Santa, y ya están los controladores amenazando con liarla, aprovechando una temporada alta en su sector.
Suponemos que será que no están contentos con los salarios que, según parece, tienen.
Faltan dos meses para que llegue la Semana Santa, y ya están los controladores amenazando con liarla, aprovechando una temporada alta en su sector.
Suponemos que será que no están contentos con los salarios que, según parece, tienen.
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