Pasan los años, pero las consecuencias negativas que una nevada como la de ayer tiene en cualquier gran ciudad española no sólo no pasan, sino que se repiten.
Y nuestros políticos en las nubes, nunca mejor dicho.
Pasan los años, pero las consecuencias negativas que una nevada como la de ayer tiene en cualquier gran ciudad española no sólo no pasan, sino que se repiten.
Y nuestros políticos en las nubes, nunca mejor dicho.
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