No estar de acuerdo con alguien no es motivo de pelea. Cualquier discrepancia es loable si se hace desde el respeto y la idea de construcción. No aceptar las ideas y opiniones ajenas no es motivo de agresión.
Ya sea a los médicos, enfermeros, taxista o, el último caso del periodista Hermann Tertsch de Telemadrid, es algo que hay que evitar y erradicar fulminantemente.
Los comentarios están cerrados.