Cuando no son los pilotos, son los tripulantes de cabina, otrora azafatas y azafatos. El caso es que, cada dos por tres, nos despertamos con una convocatoria de huelga, sea de los unos o de los otros.
El caso es que, como siempre, los afectados los pobores usuarios a los que el vuelo contratado se les cancela sin dilación.
Menos mal que cobran lo que cobran y tienen los beneficios que tienen.
¿Qué sería de nosotros si fuesen mileuristas?
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