Los hay en todas las organizaciones. Los hay en todos los niveles de jerarquías. Los hay más o menos descarados. El caso es que esta tipología de trabajador, por desgracia, se da cada día más en las empresas.
El miedo al despido, la necesidad de apuntarse «medallas» o la simple incapacidad creativa, hacen que, en los últimos tiempos, se estén prodigando los copiones.
Pero lo que ellos no saben, lo que no se dan cuenta, es que hace ya muchos años aviso de su presencia don Jacinto Benavente, con su conocida frase:
“Bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos»
Los comentarios están cerrados.