Cuando estás tan mal que cualquier cosa te consuela, cuando tienes sed y una gota es un mundo, cuando la botella te permite que la veas medio llena, es el momento en el que hay que agradecer las buenas noticias.
Y las cifras del paro que ayer se publicaron lo son.
Así que, independientemente de pensar que es una coincidencia que el domingo haya que ir a votar, nos alegramos mucho de los datos publicados.
A seguir así.
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