Ir por la vida de lo que no eres es algo que, al final, acaba pasando factura.
Existen algunos personajes en el mundo de los recursos humanos que son soberbios, engreídos y prepotentes porque su trabajo y escritos, en algún momento, han sido tenidos como algo extraordinario y eso les ha encumbrado de manera injusta, como el tiempo acaba demostrando.
Estos falsos «gurús» deberían se lo suficientemente honrados como para, una vez descubiertas sus triquiñuelas, salir a esos medios de comunicación que tanto utilizan y les gustan cuando tienen que expandir sus mentiras y decir, en un rasgo de honradez desconocido para ellos: «ni somos lo que creemos ni nos creemos lo que somos»
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