Tener 43 directivos que cobran una media de salario de 69.000 euros en estos tiempos que corren, nos parece abusivo, descarado y vergonzoso.
A ello habrá que añadir los coches oficiales, secretarias, tarjetas de crédito y demás privilegios que, seguro, muchos de ellos disfrutan gracias al erario público del que sale todo el presupuesto para tanto privilegiado.
En una televisión privada esto sería imposible que se produjera. Sin embargo, en una pública parece que es la consecuencia lógica de tener que dar cobijo a tanto portador del carnet político adecuado.
¿También se estarán planteando un apagón publicitario?
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