Hay veces que parece que todo sale al contrario de como se piensa, o se piensa al contrario de cómo debería ser. El caso es que la decisión y el acuerdo del Gobierno sobre el retorno de los inmigrantes rumanos a su país de origen, en lugar de ser una medida encaminada a mejorar el mercado laboral, parece ser que ha tenido un efecto contrario al deseado al proponerla.
Los rumanos dicen que venían desde hace tiempo haciéndolo, los sindicatos no están a favor y la oposición menos. El caso es que los unos por los otros, el retorno sin solución.
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