Que un profesional se niegue a realizar su trabajo es siempre algo repudiable. Pero si, además, la negativa se produce con premeditación y mala idea en contra de los intereses españoles, eso es algo despreciable.
No es agradable que una enfermedad como la denominada gripe porcina asuste al mundo y la globalización se sienta atacada por sus propias debilidades.
Por eso, que estos trabajadores no quieran descargar maletas de vuelos procendetes de España es algo que criticamos, censuramos y nos parece triste y anacrónico.
Los comentarios están cerrados.