No se recuerda tanta beligerancia contra una televisión pública como la mostrada por los sindicatos del ente público Telemadrid, CCOO, UGT y CGT.
18 huelgas en cinco años, la tercera en menos de un año, hacen suponer que el ejercicio de este derecho constitucional de salvaguarda de derechos laborales esconde, en este caso, otras finalidades muy distintas.
Esta beligerancia sindical, en una empresa pública de algo menos de 1.300 trabajadores, sin antecedentes similares en ningún otro ente público regional, ni en el nacional, contrasta con el silencio de estos mismos sindicatos en un país con más de 4 millones de parados –incluyendo a todos los parados reales-.
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