Resulta curioso que, cuantos más trabajadores se quedan en paro, principalmente en los sectores construcción y servicios, más aumenta la siniestralidad laboral de consecuencias mortales, precisamente en esos sectores. Según el Boletín de Estadísticas Laborales (BEL) del Ministerio de Trabajo e Inmigración, fueron 831 los fallecidos el año pasado en su puesto de trabajo, cinco más que en 2.007.
¿Mala suerte, mala prevención por parte de empresas y trabajadores o escaso control por parte de la Administración? ¿O de todo un poco?
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