Según un estudio de la ETT Randstad, los españoles están cada vez más dispuestos a cambiar de ciudad de residencia si ello implica conseguir un puesto de trabajo.
¿Flexibilidad, dinamismo laboral, cambio de mentalidad…? No, crisis pura y dura.
Independientemente de los motivos, es positivo que cada vez nos parezcamos un poco más a algunos de nuestros vecinos europeos, mucho más inquietos y dispuestos a moverse que el rígido trabajador español.
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