Si algo molesta de un político o gestor público, por encima de todas las cosas, es que sea un corrupto, un sinvergüenza o un desahogado.
Escuchar a la ministra de Administraciones Públicas decir algo así como que los 60 millones de euros que costaron los famosos carteles del Plan E son el chocolate del loro, es, como mínimo, característico de eso, de un auténtico desvergonzado o desahogado.
60 millones de euros, 10.000 millones de pesetas –no perdamos este dato por si tenemos que abandonar el euro- son ‘pecata minuta’ para la Sra. Salgado.
¿Cuántas prestaciones por desempleo se pueden pagar con 60 millones de euros? ¿Cuántos ‘Touriños’ vamos a tener que soportar?
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