Nos alegramos de que los trabajadores patrios de ING se ‘salven de la quema’ que ha iniciado el grupo bancario a nivel internacional, principalmente en Bélgica y Holanda.
Ni más ni menos que 7.000 empleados de la entidad financiera irán a la calle como medida para recortar gastos, después de anunciar 1.000 millones de euros de pérdidas en 2.008.
Que dure mucho la estabilidad.
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