La Diputación Permanente del Congreso rechazó ayer, con los votos en contra del PSOE, ERC, IU, ICV y BNG, la petición del PP para que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, compareciera urgentemente en la Cámara para explicar las "numerosas deficiencias" detectadas por el Tribunal de Cuentas en la fiscalización de las contrataciones por la Tesorería General de la Seguridad Social en 2005.
Parece ser que aquí vale todo y que, como dijo una ínclita ministra, el dinero de la administración pública, como no es de nadie, puede ser usado como se quiera.
Y los activos e inmuebles, mucho más, según sus señorías.
Los comentarios están cerrados.