Aunque no hay dinero que pueda pagar ni un sólo minuto de esclavitud, 17.000 míseros euros – cantidad con la que la ex exclava nigerina Hadijatou Mani espera que el gobierno de su país la indemnice- se nos hacen muy escasos como castigo para esa perversión anti-humanitaria que aún persiste en pleno siglo XXI, y más escasos serán para las 43.000 mujeres que todavía siguen siendo esclavas en ese mismo estado (y en cualquier parte del mundo).
Y occidente hablando de crisis…
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