Impedir que los futuros representantes sindicales de la Guardia Civil tengan los mismos derechos que cualquier otro sindicalista no es, a priori, muy democrático que se diga.
Eso sí, los actuales mandatarios del Ministerio seguro que dicen que gracias a ellos tan benemérita institución tiene, por primera vez en su larga historia, representantes sindicales.
Con menos derechos, desde luego.
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