Según parece, es práctica habitual en las administraciones públicas la adjudicación a dedo de partidas presupuestarias para la realización de obras y/o servicios.
No por normal deja de ser poco ética y bastante amoral dicha práctica.
Según parece, es práctica habitual en las administraciones públicas la adjudicación a dedo de partidas presupuestarias para la realización de obras y/o servicios.
No por normal deja de ser poco ética y bastante amoral dicha práctica.
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