A pesar de que las cifras indican que la siniestralidad en la construcción se mantiene estable, lo cierto es que, con el descenso del número de obras que se están realizando, esos números dejan de ser tan optimistas.
Y es que ya se sabe el problema de las estadísticas: Tú te comes un pollo mientras yo miro, y la estadística dice que nos hemos comido medio pollo cada uno.
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