Que la comisión de Empleo del Parlamento Europeo haya dado su visto bueno al acuerdo entre los países de la UE para equiparar, desde el primer día de contrato, los salarios de los trabajadores cedidos por Empresas de Trabajo Temporal (ETT) con los de sus compañeros contratados directamente por las compañías, es un derecho que ha tardado demasiado tiempo en poderse aplicar.
Dentro de lo posible, y con las honrosas excepciones de todos conocidas, a igual trabajo, igual salario.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
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