Por exigir a los directivos franceses que pongan fin a las indemnizaciones millonarias conocidas como ‘paracaídas de oro’ y reclamar a las asociaciones patronales un catálogo de prácticas aceptables sobre remuneración.
Prohibir indemnizaciones millonarias cuando se hayan producido errores de gestión, limitar de manera general las mismas, prohibir que se beneficie a los directivos con acciones gratuitas, vincular salarios a resultados empresariales, etc. son medidas que los accionistas de las compañías cotizadas en bolsa agradecerán, sobre todo en un contexto económico como el actual.
Que la responsabilidad social no se limite a plantar árboles.
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