No está nada mal que se ponga freno a prácticas abusivas por parte de muchos directivos, que se blindan de tal manera que nada les gustaría más que les pusieran de patitas en la calle para engordar de por vida su cuenta corriente.
Aunque, todo sea dicho, gran parte de la culpa la tiene quien acepta el abuso y firma las correspondientes cláusulas.
Como se nota que el dinero no es suyo.
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