Aunque ya dice el refrán que "el infierno está lleno de grandes intenciones", no es menos cierto que intentar solucionar la maltrecha situación de la economía americana con una inyección de millones de dólares no es nada desilusionante, sino todo lo contrario.
Que cunda el ejemplo y que ayude a que Europa salga, cuanto antes, de la suya.
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