No hay ninguna profesión en el mundo –después de la de político en España- a la que se le permita más fallos que a esa denominada, genéricamente, analista (económico).
Según David Vegara, secretario de Estado de Economía, ‘el "deterioro" de la situación económica se ha producido con "más rapidez de la prevista por los analistas"’.
¿Quiénes son esos analistas? Aquellos que asesoran a nuestros políticos para que nos prometan millones y millones de puestos de trabajo; aquellos en los que se basan los gobernantes para intentar ‘camelarnos’; aquellos que luego se convierten en la excusa perfecta de “ayer dije esto y hoy digo todo lo contrario”.
Llegará un día en el que los niños quieran ser “analistas (económicos)”, nada de bomberos, policías, pilotos…
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