Visto lo visto, y la poca aceptación que está teniendo entre los trabajadores, sindicatos e, incluso, los empresarios, no es de extrañar que no acabe por implantarse.
El tiempo (nunca mejor dicho) dará o quitará razones
Visto lo visto, y la poca aceptación que está teniendo entre los trabajadores, sindicatos e, incluso, los empresarios, no es de extrañar que no acabe por implantarse.
El tiempo (nunca mejor dicho) dará o quitará razones
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