Parece ser que va a ser movida. A las reivindicaciones de transportistas, pescadores, vigilantes de parquímetros y demás sectores en clara convulsión, habrá que añadir el descenso en las estanterías de los supermercados y los depósitos de gasolineras que verán difícil su relleno.
Y mientras tanto, lo de siempre, el ciudadano aguantando carros y carretas.
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