Nos parece muy bien que los controladores de los parquímetros ejerzan su derecho a la huelga. No nos metemos en los millones de euros que pierde el Ayuntamiento de Madrid con ella. Lo que no nos gusta es que, por culpa de la huelga, aumente el tráfico de coches y se atasque la ciudad.
Eso implica que, si el problema es la gratuidad del aparcamiento, nos llenen las calles de Madrid con parquímetros.
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