Expertos reunidos en el webinar “Gestión de los trabajadores especialmente sensibles: diabetes y SARS CoV2”, organizado por la Asociación Catalana de Salud Laboral (SCSL) y la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk (FDNN), han pedido que, ante la pandemia de coronavirus, el derecho a la salud y al trabajo de la población con diabetes no se vea vulnerado.
En este sentido, especialidades como la medicina del trabajo y la salud laboral juegan un papel esencial a la hora de evaluar los riesgos individuales, así como de evitar posibles rebrotes de COVID-19.
En palabras de Elisabeth Purti, especialista en Medicina del Trabajo y presidenta de la SCSL, “son los médicos del trabajo y los técnicos de prevención quienes mejor pueden dictaminar la necesidad –o no– de medidas preventivas especiales, ya que son quienes mejor conocen el lugar de trabajo y los riesgos que este genera, al tiempo que pueden determinar las características de salud del trabajador”.
A este respecto, Jaume de Montserrat, también especialista en Medicina del Trabajo, añade que “ante esta situación, una de las principales preocupaciones de las personas con diabetes es que no se les discrimine y puedan mantener su derecho al trabajo sin perjuicio de su salud. Por tanto, las medidas han de ser razonables y no ir vinculadas a la categoría ‘diabetes’, sino que se han de individualizar en función de su situación clínica y de las características específicas de su puesto de trabajo, que tampoco son universales”.
En la misma línea, Javier Sanhonorato, especialista en Derecho Sanitario y presidente de la Asociación para la Integración Social y Defensa de Derechos de las personas con diabetes (ADDEISA), afirma que, si bien la persona con diabetes “ha de ser considerada como persona especialmente vulnerable y trabajadora especialmente sensible, mediante la individualización de cada caso se pueden conciliar el derecho a la protección de la salud y el derecho al trabajo, favoreciendo, como medida de salud laboral, el seguimiento del tratamiento en el ámbito laboral y estableciendo desde la empresa y, si es necesario, las medidas de prevención de riesgos laborales adecuadas a cada caso”.
Un buen control de la diabetes, clave en la prevención
Además, los expertos han querido resaltar que la diabetes en sí no es un factor de riesgo de contraer COVID-19, sino que el riesgo reside en la peor evolución de la enfermedad, siempre y cuando esta se encuentre descompensada, o existan comorbilidades. Durante el evento se subrayó así la importancia de la adherencia al tratamiento, de realizar ejercicio y seguir una dieta saludable para el mantenimiento de un buen control glucémico que ayude a la mejor evolución de la enfermedad.
Jaume de Montserrat explica, a este respecto, que son las características clínicas, y no la diabetes en general, las que determinan los riesgos propios de cada individuo: “La persona con diabetes no tiene unas necesidades o derechos diferentes solo por serlo, sino que es el médico del trabajo quien evalúa sus necesidades individuales en función de las características concretas de su estado de salud: si su diabetes es tipo 1 o tipo 2, si efectúa ejercicio físico, o si mantiene un buen control de su glucosa, entre otras”.
Medidas de prevención
En cuanto a las precauciones a adoptar en la vuelta al trabajo durante la nueva normalidad, los expertos afirman que las personas con diabetes deben seguir las mismas medidas de prevención que las del resto de la población: “En las empresas, haya personas con diabetes o no, las medidas de prevención del contagio son las que ya conocemos: distancia social, limpieza y saneamiento de las superficies, obstáculos a la propagación de la enfermedad como mamparas, limitación de espacios compartidos, procedimientos de desinfección estrictos, participación e implicación de los trabajadores en el lavado de manos y en la higiene respiratoria, etc.”
En el caso de diabetes descompensada y/o con comorbilidades, hay que seguir valorando el puesto de trabajo y las funcionalidades que desarrolla el trabajador. En el caso de que se recomendara su reubicación, es preferible optar por el teletrabajo y, de no ser este posible por las características del puesto, se recomienda indicar una incapacidad laboral transitoria.
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